De manera preocupante hemos visto como en este Gobierno más que resolver los reales problemas en educación, se ven más preocupados de avanzar en su agenda ideológica, especialmente el ministro de Educación.
Ningún Estado, ni mucho menos, ningún gobierno puede instrumentalizar a nuestros hijos y dejarlos al servicio de una agenda de turno, sobre todo en aspectos tan importantes para el desarrollo de cada niño, niña y adolescentes.
No queremos que el Ministro entre a nuestras casas y decida por nosotros, no queremos un Estado que entre en las conciencias de nuestros hijos y le imponga una agenda de género.
Somos los padres y tutores quienes tenemos el derecho preferente de elegir como formamos a nuestros hijos y no un burócrata que de crianza y de educación, como hemos visto, sabe nada o poco.